lunes, 13 de julio de 2015

Una adivinanza irracional

Un desafió para intrépidos.

En el el siguiente documento de scribd encontrarán un verso del ajedrecista español, Manuel Golmayo que hace referencia a un famoso número trascendente. Les proponemos encuentren cual es y nos dejen comentarios.
En la próxima entrada les daremos la respuesta. 





Saludos a todos.-

domingo, 12 de julio de 2015

Algunas relaciones interesantes


Phi y la Naturaleza

A lo largo de la historia, desde pensadores hasta matemáticos  han meditado sobre la misteriosa relación que se establece entre el número áureo y la naturaleza de la realidad. Esta curiosa relación matemática, conocida popularmente como la Proporción Divina o Áurea, fue definida por Euclides hace más de dos mil años a raíz de su papel crucial en la construcción del pentagrama, al cual se le atribuyen propiedades mágicas.
En esta imagen vemos representado la famosa espiral de Dudero (pintor renacentista) que se forma partir del rectángulo áureo y que podemos encontrar en la formación de las conchas de muchos moluscos.



No sólo aparece en la naturaleza, sino que también esta proporción puede aparecer en el ser humano, por eso muchos matemáticos y científicos han desarrollado teorías sobre las modelos o la gente que nos parece atractiva, es porque en la estructura de su cuerpo aparece la divina proporción en muchos de las partes de nuestro organismo. En el caso de la fotografía aparece en las falanges de los dedos de una mano.

Phi y el arte

El hecho de que los griegos y posteriormente artistas de todas las épocas hayan adoptado esta proporción como modelo de armonía y de belleza, ya sería motivo suficiente para tratar este número tan extraño con respeto.
Artistas y matemáticos como Lucca Pacioli, Leonardo Da Vinci o como Alberto Durero han designado a este número con nombre tan expresivos como sección áureo, razón áurea o divina proporción. Desde el Renacimiento, muchos pintores han utilizado en sus obras maestras dimensiones relacionadas con la razón áurea.

El hombre de Vitrubio

Unas proporciones armoniosas para el cuerpo, que estudiaron antes los griegos y romanos, las plasmó en este dibujo Leonardo da Vinci. Sirvió para ilustrar el libro La Divina Proporción de Luca Pacioli editado en 1509. En dicho libro se describen cuales han de ser las proporciones de las construcciones artísticas. En particular, Pacioli propone un hombre perfecto en el que las relaciones entre las distintas partes de su cuerpo sean proporciones áureas.



Estirando manos y pies y haciendo centro en el ombligo se dibuja la circunferencia. El cuadrado tiene por lado la altura del cuerpo que coincide, en un cuerpo armonioso, con la longitud entre los extremos de los dedos de ambas manos cuando los brazos están extendidos y formando un ángulo de 90º con el tronco. Resulta que el cociente entre la altura del hombre (lado del cuadrado) y la distancia del ombligo a la punta de la mano (radio de la circunferencia) es el número áureo.

La Mona Lisa

Leonardo Da Vinci utilizó las proporciones del rectángulo áureo para plasmarlas sobre la cara de la Mona Lisa, alrededor del año 1503.


jueves, 9 de julio de 2015

Teorema de Pitágoras

Otra demostración interesante.

Colegas, acá les mostramos una demostración sencilla de un famoso teorema. 
Esperamos lo disfruten.


Cuando la geografía se transforma en geometría

Una nueva geometría

Hola a todos. 
Con la siguiente presentación les queremos mostrar la relación que existe entre la geografía y la geometría y contarles como surge una nueva geometría en el siglo XX, qué como todo descubrimiento humano surge como respuesta a una necesidad.



Cuando la geografía se transforma en geometría from GracielaDiaz08

Confiamos que les haya gustado y esperamos sus comentarios o sugerencias para poder seguir aprendiendo

martes, 7 de julio de 2015

Un poco de historia.

Los comienzos de la matemática

Una vasta región fértil se extiende desde los ríos Éufrates y Tigris hasta las montañas del Líbano. Allí se encuentra actualmente Irak, y en el pasado remoto florecieron en ese mismo lugar algunas de las más esplendorosas civilizaciones de todos los tiempos: los Sumerios, los Acadios y finalmente, los Babilonios, que junto a los Egipcios y Caldeos son los pueblos donde se originaron los primeros rudimentos matemáticos.

Pero toda la actividad matemática de esos pueblos antiguos se reduce a la invención de ciertos procedimientos de cálculo destinados a resolver problemas concretos, tales como reparto de mercaderías o medición de terrenos, pero ninguno de estos acontecimientos posee carácter científico.

Los inventos prácticos responden a ciertas necesidades inmediatas de la vida; en cambio, la actividad científica obedece a profundos requerimientos mentales.

La mentalidad practica de estos pueblos, los llevo a conformarse con los descubrimientos de los medios para obtener ciertos fines, en cambio la mentalidad científica se pregunta, además, porque aquellos medios conducen a ese fin.
Incluso en los filósofos milesios (Tales, Anaximandro y Anaxímenes), que son los fundadores de la cosmogonía racional, la mentalidad científica se halla unida a intereses prácticos; es cierto también que otros importantes movimientos del primitivo pensamiento griego, como el pitagorismo, muestran fuertes influencias teológicas, todo esto da una idea de lo complejo que fue el despertar de la conciencia racional, pero no cabe ninguna duda de que hay una forma embrionaria de pensamiento científico.

Los griegos jonios del siglo VI a. C. que habitaban el Asia menor (la actual Turquía), iniciaron un proceso de desarrollo cultural que separaría el conocimiento racional del pensamiento mitológico. A los griegos los movía una actitud que nunca tuvieron otras culturas: la especulación. El espíritu Babilónico y egipcio era más desordenado, basada en lo empírico y lo inductivo. Sus matemáticas eran instrumentales, una forma de resolver problemas prácticos, y no solían utilizarse para deducir leyes generales. Bien al contrario, los griegos consideraban la ciencia como un fin en sí misma, lo que permitió la ordenación lógica del conocimiento, la especulación y la deducción.