Phi y la
Naturaleza
A lo largo de la historia, desde
pensadores hasta matemáticos han
meditado sobre la misteriosa relación que se establece entre el número áureo y
la naturaleza de la realidad. Esta curiosa relación matemática, conocida
popularmente como la Proporción Divina o Áurea, fue definida por Euclides hace
más de dos mil años a raíz de su papel crucial en la construcción del
pentagrama, al cual se le atribuyen propiedades mágicas.
En esta imagen vemos representado la famosa espiral de Dudero (pintor renacentista) que se forma partir del rectángulo áureo y que podemos encontrar en la formación de las conchas de muchos moluscos.
En esta imagen vemos representado la famosa espiral de Dudero (pintor renacentista) que se forma partir del rectángulo áureo y que podemos encontrar en la formación de las conchas de muchos moluscos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHY8AAlitn0NcQiEZI-XYKub0mNmSxB2QMnRgxaB8G4sPE_YKR8kflM6kE1Q8yvn0-8dBcujiS-sETj3wFYvSktxaG2C-OyIZ5OvNoqZ-dUl71LVfCYmJ27JyxdMLtkVBv9341eagmbpFM/s1600/nautilus.jpg)
No sólo aparece en la naturaleza,
sino que también esta proporción puede aparecer en el ser humano, por eso muchos
matemáticos y científicos han desarrollado teorías sobre las modelos o la gente
que nos parece atractiva, es porque en la estructura de su cuerpo aparece la
divina proporción en muchos de las partes de nuestro organismo. En el caso de
la fotografía aparece en las falanges de los dedos de una mano.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjktUYNscDbvDTtf2j5DIwylpqk0wj_iaGyrnU5csQJmJI35E9QzMN50tYukxwSUoSBRe4k_NGPTS2Mg0za_g6eWVA2uyn7eVn3vPNQn_Yo5QXbiqj-3AqGd5vK7MVP8f-r764yWuM7lZ-P/s320/mano.bmp)
Phi y el arte
El hecho de que los griegos y
posteriormente artistas de todas las épocas hayan adoptado esta proporción como
modelo de armonía y de belleza, ya sería motivo suficiente para tratar este
número tan extraño con respeto.
Artistas y matemáticos como Lucca
Pacioli, Leonardo Da Vinci o como Alberto Durero han designado a este número
con nombre tan expresivos como sección áureo, razón áurea o divina proporción. Desde
el Renacimiento, muchos pintores han utilizado en sus obras maestras
dimensiones relacionadas con la razón áurea.
El hombre de
Vitrubio
Unas proporciones armoniosas para el cuerpo, que estudiaron
antes los griegos y romanos, las plasmó en este dibujo Leonardo da Vinci.
Sirvió para ilustrar el libro La Divina Proporción de Luca Pacioli editado en
1509. En dicho libro se describen cuales han de ser las proporciones de las
construcciones artísticas. En particular, Pacioli propone un hombre perfecto en
el que las relaciones entre las distintas partes de su cuerpo sean proporciones
áureas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBbaV9V3aR6jRFGHpUeLW5cYR67VVmdyjL6UIntJAxWZkTUC-Ov8mdRj2ARrVu_OQgwyqWycb5e116_NlKsHJmM5n7wFPnDxVZz5oxQ7bPDaouXW9xYAeK4ZlDBwxGXqbtwc0g1ywJgRgN/s320/vitruvio11.jpg)
Estirando manos y pies y haciendo centro en el ombligo se
dibuja la circunferencia. El cuadrado tiene por lado la altura del cuerpo que
coincide, en un cuerpo armonioso, con la longitud entre los extremos de los
dedos de ambas manos cuando los brazos están extendidos y formando un ángulo de
90º con el tronco. Resulta que el cociente entre la altura del hombre (lado del
cuadrado) y la distancia del ombligo a la punta de la mano (radio de la
circunferencia) es el número áureo.
La Mona Lisa
Leonardo Da Vinci utilizó las proporciones del rectángulo
áureo para plasmarlas sobre la cara de la Mona Lisa, alrededor del año 1503.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVsN7kz11fhqhwFEVsw0uhVHJG-wQ1bkLkBdoFFXBiXn-F32rUv4Mn3z5cy8e4ex33kfMMMpjJnbCElZwP-rmfkx5L-r_oqC-1LrMHd1in9y83BJ3uu2aAIRFuhUe6SUR9K6vbzCQWIn1R/s320/monnalisa.bmp)
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